Hasta finales de Octubre de 2021 era casi imposible abortar en Manresa de manera voluntaria. El hospital de referencia, gestionado por un patronato, no daba esta opción y obligaba a las mujeres que querían interrumpir el embarazo a desplazarse. Finalmente el aborto en Manresa ya es posible, y es un buen momento para explicar qué puede implicar, para una mujer, el hecho de abortar voluntariamente… o que se le niegue esta opción.
La dificultad de abortar en Manresa
Abortar en Manresa era muy difícil hasta finales de Octubre de 2021. Sólo se permitían abortos farmacológicos hasta las 9 semanas de gestación (o sea, dentro de la fase embrionaria). A partir de la semana 9, que es cuando el embrión pasa a considerarse feto, ya no se podía abortar de manera quirúrgica, a pesar de que la ley permite solicitarlo en las siguientes condiciones:
- Hasta la semana 14, a petición de la mujer embarazada y sin tener que dar explicaciones.
- Entre la semana 14 y la semana 22, aportando un informe médico que lo justifique.
- A partir de la semana 22 si está en riesgo la salud o la vida de la mujer o del feto y un comité hospitalario lo justifica.
La Fundació Althaia, que gestiona los servicios de salud pública en la comarca del Bages, nunca precisó los motivos por los que no se podía abortar en Manresa. Pero colectivos sociales que luchaban para el ejercicio de este derecho apuntan a la presencia del orden (religioso) de San Juan de Dios en el patronato que gestiona la fundación. Por tanto las mujeres de Manresa y comarca que querían abortar tenían que desplazarse y, el centro disponible que tenían más cerca, estaba en Vic. Actualmente esta dificultad se ha corregido.
Cómo afecta el aborto a la salud mental
Abortar no es fácil, ni es agradable, aunque sea una decisión propia. La mujer que aborta lo hace porque en aquél momento no puede, o no quiere, cuidar de un hijo y, por tanto, no está preparada para afrontar un embarazo. Pero más allá de esta dificultad es razonable preguntarse si la interrupción del embarazo es causa de trastornos mentales. Y es que ese es un argumento usado a menudo por las personas que se oponen al aborto.
En este sentido podemos destacar un estudio [en inglés] publicado en 2017 por la revista JAMA Psychiatry. La investigación se hizo en Estados Unidos, entrevistando a un total de 956 mujeres hasta 11 veces cada una a lo largo de 5 años. Se comparó la salud mental de mujeres a las que se había practicado un aborto con la de mujeres a las que se les había negado esa opción. Las conclusiones generals son estas:
- Una semana después de haber solicitado el aborto, las mujeres a las que se les había negado tenían más ansiedad, menos autoestima y menos satisfacción con la vida que las mujeres a las que se había admitido el aborto.
- Los niveles de depresión eran similares en ambos grupos.
- A medida que pasaba el tiempo, estos indicadores de salud mental se iban igualando entre los grupos.
Por tanto, la afirmación de que debe impedirse que las mujeres aborten para preservar su salud mental no se sostiene, sino todo lo contrario.
Poder abortar por cuestón de salud
Obligar a una mujer embarazada a completar el embarazo hasta su término no beneficia a nadie. Tampoco a la criatura. Porque se está convirtiendo a esta criatura en un objeto para restringir los derechos de la mujer. Por otro lado, a menudo, limitar el acceso al aborto sólo hace que se lleve a cabo en condiciones no seguras. Incluso por parte de no profesionales, que ponen en riesgo la salud y la vida de la mujer.
Igualmente hay que recordar que si queremos que una mujer sea responsable de su hijo, debemos brindarle la posibilidad de decidir si quiere tenerlo o no. Y esa posibilidad no se puede ver restringida por ningún motivo, no político, ni ideológico ni cultural. El embarazo y la maternidad pueden ser experiencias muy bonitas para las mujeres que lo deseen, con o sin pareja. Para las que no lo deseen el derecho al aborto tiene que estar garantizado, universal y financiado por la seguridad social. Y la decisión debe poder tomarse en libertad y con toda la información disponible.
La salud mental se pierde cuando tenemos la sensación de que no controlamos lo que ocurre en nuestras vidas. Por tanto, la mejor garantía para proteger la salud mental de una mujer que está embarazada y no quiere estarlo es levantar las barreras que dificultan el aborto. En Manresa y en cualquier sitio.
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