¿Cómo sé si necesito a un psicólogo?
Es una de las preguntas frecuentes a la hora de plantearse ir al psicólogo. Todo el mundo tiene dificultades en su vida diaria, preocupaciones, momentos de rabia, tristeza o miedo. Todo el mundo puede tener dudas o pensamientos «un poco extraños» y preguntarse si es normal o si es un problema. Todos estos no son motivos para ir al psicólogo, porque son situaciones que forman parte del hecho de ser humano.
Cuando hay que ir al psicólogo es cuando una preocupación o un malestar (con uno mismo o con otras personas) se alarga mucho o se hace lo suficientemente intenso como para afectar el estado de ánimo o las actividades normales del día a día. Cuando deja de ser una simple preocupación y pasa a ser un tema que no sabemos cómo resolver o que nos hace sufrir, es un buen momento para pedir visita a un experto.

Tu que eres psicólogo, ¿por qué podrías ayudarme si no me conoces de nada?
Porque en muchos aspectos la mente humana funciona de manera muy similar en todo el mundo. Normalmente, antes de que alguien me pida ayuda, ha probado varias soluciones para su problema que no le han funcionado. En la consulta de Manresa te escucharé, te explicaré por qué te pasa todo esto y te acompañaré en el camino de solucionarlo. Además, con herramientas que te servirán, también en el futuro.
Precisamente el hecho de que no te conozca es una ventaja, porque así no me guiaré por prejuicios o impresiones previas.
¿Qué se hace en una visita al psicólogo?
Como psicoterapeuta, además de escucharte y darte respuestas, te propondré puntos de vista alternativos para entender lo que te pasa. Te pondré ejemplos y te sugeriré algunos ejercicios para que, en lugar de obtener los resultados de siempre (los que te molestan), los obtengas diferentes y más positivos. No te daré la solución en bandeja, sino que te acompañaré mientras la descubres.
Además la consulta también es como un campo de pruebas: puedes ensayar las soluciones con la seguridad de que no pasará nada malo. Puedes decir lo que quieras, preguntar, cambiar, hacer experimentos, etc, sabiendo que ni me enfadaré contigo ni te juzgaré.
¿Y no acabaríamos antes si me dieras la solución en bandeja?
Seguramente acabaríamos antes, pero tendrías que volver a hacer otra terapia al poco tiempo. Si siempre necesitas un psicólogo para que te dé las soluciones, dependerás de él cada vez que tengas un problema. En cambio, si aprendes a encontrar soluciones por ti mismo, aprenderás a ser, de alguna manera, tu propio terapeuta.
Eso no quita que puedas volver a la consulta siempre que lo necesites.
¿Me recetarás pastillas?
Esta es otra de las preguntas frecuentes sobre el hecho de ir al psicólogo. Pero no. Un psicólogo no es médico y no puede recetar pastillas (a no ser que sea ambas cosas: médico y psicólogo). Justamente la Psicología se basa en ayudar a las personas sin pastillas.
Si el médico te ha recetado pastillas es mejor que te las tomes. Si no lo quieres hacer, se lo puedes comentar cuando tengas visita. Si yo veo que las pastillas no son necesarias, o que interfieren con la terapia (algo que ocurre a veces) te haré un papel para que se lo des al médico, sugiriendo que te retire la medicación.
¿Qué necesito para empezar una terapia?

Compromiso. Un compromiso que, sobre todo, es contigo mismo/a: para resolver una serie de problemas que te preocupan, sabiendo que a ti también te supondrá un cierto esfuerzo. Pero que el resultado valdrá la pena porque te ayudará a recuperar el bienestar y la calidad de vida, y a afrontar todo lo que pase en el futuro con más confianza. También necesitarás un poco de tiempo (las soluciones no llegan el primer día) y el dinero para ir pagando las visitas.
¿Cuánto vale una visita contigo? ¿Tendré que venir cada semana?
Las sesiones en la consulta de Manresa duran una hora y valen 50 euros. Si lo necesitas también me desplazo a domicilio; en este caso son 70 euros cada visita (desplazamiento incluido).
La frecuencia de las sesiones es variable, pero siempre trato de adaptarme a tus necesidades. Al principio es muy recomendable hacer 3 o 4 sesiones de frecuencia semanal, para conseguir una mejora apreciable. Pero luego se pueden espaciar, si quieres y según como te encuentres. Hay personas a las que visito, cada dos semanas, o cada mes o cada trimestre.
¿Debo decir a los amigos, a la familia o en el trabajo que voy al psicólogo?
Si tienes que justificar salir del trabajo sí que es posible que te pidan un papel. Te lo haré sin especificar por qué vas al psicólogo, para proteger tu privacidad.
A parte de eso, si eres menor de 16 años, sí que será necesario el permiso de alguno de tus padres y que el otro esté informado, pero igualmente todo lo que hablemos será confidencial.
Fuera de estos supuestos, puedes decidir si quieres decirselo o no a otras personas. Yo no se lo diré a nadie. Así también te ahorrarás las preguntas frecuentes sobre los motivos por los que vas al psicólogo.
¿Tendré que tumbarme en un diván, o me hipnotizarás?
No, ninguna de las dos cosas. En mi despacho hay sillas o sillones, pero no divanes. Aquí tienes una imagen. En cuanto a la hipnosis es un tratamiento muy seguro, pero no es el tipo de terapia que practico yo.
¿Qué garantías das como profesional de la Psicología?
Como psicólogo colegiado garantizo la confidencialidad (no contar a nadie nada de lo que hablamos, excepto en caso de riesgo o de mandato judicial), no mentirte nunca en el contexto de la evaluación y el tratamiento, no alargar la terapia más allá de lo necesario y proteger tus datos personales y clínicos con medidas de la máxima seguridad.
También garantizo que me podrás consultar entre sesiones cualquier duda que tengas, o pedirme que te ayude en algún momento de crisis o necesidad urgente relacionada con la terapia. Podrás hacerlo de lunes a viernes de 9h a 21h por teléfono, WhatsApp o correo electrónico y te responderé lo antes posible.
¿Y si tendo más dudas que no están en estas preguntas frecuentes?
Me puedes llamar o escribir y te las resolveré.