Impacto del COVID en Manresa

Hace ya dos años del inicio de la pandemia de COVID19, una situación de alerta sanitaria que nos ha afectado a todos los niveles: sanitario, personal, económico, mediático… Con los números que indican que el coronavirus va de baja, y con gran parte de la población de nuestro país vacunada, es un buen momento para hacer balance y ver cuál ha sido el impacto del COVID en Manresa.

Impacto del COVID en Manresa - Psicología Manresa
Orna – Pixabay

El coronavirus en el mundo

El 8 de diciembre de 2019 se detectó el primer caso de una neumonía atípica en la ciudad china de Wuhan. El 31 de diciembre del mismo año, las autoridades sanitarias de la ciudad dieron la alarma por 27 casos similares. Y el 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron el virus, desconocido hasta entonces, y de la familia de los coronavirus. Posteriormente éste fue llamado SARS-COV-2. (SARS son las siglas en inglés de «Síndrome Respiratorio Agudo y Grave«; COV significa «coronavirus»; el número 2 es porque era el segundo virus de SARS que se identificaba).

Hasta el 10 de marzo de 2022 se han detectado en todo el mundo més de 452 millones de casos, y han muerto más de 6 millones de personas. Cerca de 387 millones se han recuperado de la enfermedad. (VER DATOS ACTUALIZADOS). El día en que se detectaron más positivos fue el 21 de Enero de 2022, con 3.812.895 casos en todo el mundo. Fue el momento álgido de la propagación de la variante ómicron.

Los grandes números del COVID19 en Manresa

Detallemos ahora el impacto del COVID en Manresa. El primer caso en la capital del Bages se detectó el 9 de marzo de 2020. Hasta el 9 de marzo de 2022 se habían detectado 24.124 (confirmados con PCR o test de antígenos). El número de muertos es de 340. La media de edad de las personas afectadas es de 38,57 años. Y 60.616 han recibido la pauta de vacunación completa (VER DATOS ACTUALIZADOS).

Cabe añadir que, al principio de la epidemia, los centros sanitarios de Manresa acogieron a una parte de los pacientes afectados por COVID19 en Igualada y la cuenca de Òdena, la primera parte de territorio que tuvo que confinarse el 12 de marzo de 2020. El confinamiento domiciliario en Manresa llegó el 14 de marzo de 2020, coincidiendo con el de todo el estado español.

Impacto del COVID en Manresa a nivel de salud mental

El impacto del COVID en Manresa se ha notado, también, a nivel de salud mental
Luisella Planeta – Pixabay

La salud mental ha sido uno de los grandes centros de atención durante la pandemia. Los únicos datos disponibles corresponden a la encuesta realizada por el Ayuntamiento de Manresa en octubre de 2020, coincidiendo con el inicio de la segunda ola. Podéis leerla íntegramente aquí. Según la encuesta, las emociones que más se manifestaron fueron la esperanza y la incertidumbre; las emociones menos frecuentes fueron la ira, la angustia y el miedo. En general las mujeres expresaron más que los hombres que sentían emociones como el miedo, la incertidumbre, la tristeza o la angustia; en cambio, los hombres experimentaron más esperanza y aburrimiento que las mujeres. También es destacable que 2 de cada 3 personas dijeron que estaban bastante o muy preocupadas por el COVID19.

Merece la pena resumir en varios aspectos el impacto del COVID en Manresa en la salud mental:

El confinamiento y las medidas preventivas

Para muchas personas, la primera impresión del confinamiento fue verlo como una aventura. Una experiencia nueva. Luego apareció el cansancio de la situación, sobre todo por parte de los niños. En ese momento la recomendación de los psicólogos fue muy clara: Los niños necesitan rutinas. Y los adultos también.

La adaptación al teletrabajo fue forzosamente rápida, comportando una reducción de los niveles de contaminación y de los tiempos de desplazamiento para ir al trabajo. Pero también vimos cómo se desdibujaban los horarios, haciendo que las personas estuvieran «disponibles» para trabajar muchas más horas. Así como la instauración de malos hábitos alimenticios: aumento del consumo de alcohol, «picar» entre horas, etc. La manera de evitar esto es tomar un buen desayuno.

Otro de los efectos de estar más horas en casa fue el aumento del número de personas, sobre todo adolescentes, con trastornos alimentarios (anorexia, bulimia y trastorno por atracones). Aún no se saben a ciencia cierta las causas de esto; no parece que sea la alteración del patrón alimentario, ya que lo que se ve más alterado no es la figura corporal «real», sino la autoimagen. En otras palabras: la visión y valoración del propio cuerpo cambian más que el peso real.

No poder despedir a los familiares que morían

La entrada del cementerio de Manresa
J. Xicota, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

340 personas fallecidas es un número muy alto en una población como Manresa, de unos 78.000 habitantes. Recordemos que se añadían a las que mueren habitualmente por otras causas y que, la mayoría de personas fallecidas por COVID lo hicieron de manera concentrada coincidiendo con las olas. Esto y las restricciones en las actividades públicas hicieron que, en muchos casos, no pudiéramos decir adiós a los familiares de la forma que ellos se merecían y que nosotros hubiéramos querido.

Esto se añadía a la angustia de saber que teníamos familiares hospitalizados, a los que no podíamos visitar, y de los que recibíamos información una vez al día, telefónicamente, por parte de los profesionales sanitarios. Por tanto el sentimiento de soledad y de injusticia estuvo muy presente. La situación fue más grave en las residencias de la tercera edad, donde se vivieron los momentos más duros de la epidemia con angustia e incertidumbre.

Exceso de información

El confinamiento y coronavirus ocuparon casi al 100% los espacios informativos, de análisis y de debate. A veces con imágenes muy duras de personas ingresadas en la UCI, entierros masivos y, posteriormente, personas que recibían el pinchazo de la vacuna. Los negacionistas de la COVID quisieron contrarrestarlo, haciendo crecer aún más la presencia del tema en los medios.

En aquél momento, desde la Psicología, ya dijimos lo que ahora es igual de válido para la Guerra en Ucrania: La información es útil mientras cubre una demanda, sin embargo, cuando se vuelve excesiva y lleva a dar vueltas sobre el mismo tema, produce agotamiento. Y aumenta la incertidumbre y la ansiedad. Por eso es importante saber desconectar y cambiar de actividad cuando ya estamos informados.

Ansiedad, depresión e incertidumbre

Impacto del COVID en Manresa
Fernando Zhiminaicela – Pixabay

La encuesta del Ayuntamiento de Manresa se realizó cuando llevábamos 7 meses de pandemia. Posteriormente hubo más oleadas, más restricciones y más incertidumbre sobre la evolución de la situación. Por tanto, el impacto del COVID en Manresa también se notó en la salud mental.

Ha habido muchas personas que han manifestado síntomas de ansiedad (angustia, preocupación por el futuro, dificultades para salir de casa), de depresión (tristeza, desmotivación, abandono de relaciones) y de incertidumbre (resistencia a hacer planes, dudas sobre la veracidad de la información que causaban malestar).

Algunos de estos problemas se resolverán por si solos a medida que recuperemos la normalidad. Pero las personas que continúen con malestar o que les cueste hacer su día a día, es importante que consulten al psicólogo para recuperar la calidad de vida.


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